lunes, septiembre 18, 2006

Cita

Somos jóvenes, nos tambaleamos todavía por calles irregulares, nuestra edad no nos otorga la calma para pensar y actuar. No conocemos aún la fórmula contra el conjuro. Sólo El tiempo podrá aplacar las figuras maravillosamente desiguales que hurgan en nuestro interior y lo trastornan.

H. von kleist

Mi correo electrónico

Mi correo electrónico es un desierto en el que crecen unos extraños cactus periódicamente. Ésta furrufalla cibernética me tiene fastidiado y a la vez inquieto. Es un mundo paralelo que apenas comprendo. Por que la mayoría son en inglés, y los entiendo con cierta dificultad. Hay uno que me tiene muy desconcertado. La empresa Cyberhand Tech Inc. presume de estar a la cabeza del sector de la tecnología militar, en concreto en el apasionante mundo de las armas aeroespaciales, y me invitan a invertir en su compañía. Creo que no les voy a contestar, no dispongo de mucha liquidez en este momento y seguramente mi confesor no me lo recomendaría. Hemos quedado que las guerras santas son inmorales, las haga quien las haga.
Hay otro que no entendía y metí en un traductor:
"Litl reveals the squeeze trigger price!"
El traductor dijo:
Litl marcos exteriores de ventana apretón gatillo precio!
Lo que no me aclaraba mucho. Apurando, resulta que trig es arreglado, por lo que intuyo que estos señores me ofrecen ajustarme el precio al máximo. No se de que exáctamente, pero les agradezco la intención.
Por otro lado recibo a diario una advertencia de que mi ordenador es un foco de infección para mi y los demás, que estoy poniendo en peligro la paz en la tierra y el desarrollo del mundo con mi indolencia al no potegerme de los virus que acechan mi sistema. Me siento culpable un rato y me digo que cuando me compré el portátil me instalaron algo de eso. Ignoro si precisa mantenimiento o recordatorio de vacuna, pero algo de emoción tengo que darle a mi vida. Soy un aventurero.
Mañana sigo con los que insisten en alargarme el pene y venderme viagras y otras drogas. Pero visto como está el patio últimamente, igual no es buna idea...

jueves, septiembre 14, 2006

COMO ENTENDER A UN HOMBRE

Una amiga me ha pasado el decálogo para entender a un hombre:

1) Domingo=deportes, ir de compras no es un deporte.
2) Llorar es=que chantajear.
3) Pediré lo que necesite, nada de indirectas.
4) No tendré un dolor de cabeza que dure 3 meses.
5) Acepto que un comentario que hayais hecho hace 3 semanas es inadmisible en una discusión, para vosotros es nulo a los 7 dias.
6) Diré lo que tenga que decir en los anuncios.
7) Cristobal Colón no necesitó indicaciones...vosotros tampoco.
8) No diré nunca que no me pasa nada porque para vosotros nada es NADA.
9) No preguntaré mil veces QUE PIENSAS.
10) Entenderé que mandarte al sofá a dormir para tí no es un castigo, es como ir de campamento.

Espero opiniones, enmniendas y humoradas.

miércoles, septiembre 06, 2006

Los gremios

Si, al fin dueño de una casa. Pero que casa... Hay que obrar. Y hay que hacerlo todo. Tirar tabiques, por ejemplo. El polvo seguirá saliendo misteriosamente durante meses. Te levantarás y allí estará, esperándote sobre muebles y suelos.
Los albañiles o te hacen preguntas sobre aspectos de su labor que nunca hubieras imaginado que tuviera que decidir o toman iniciativas admirables a la par que sorprendentes. Éstos son silenciosos. Creo que en realidad son de algún servicio secreto, por que de vez en cuando desaparecen y vuelven a los días. No se donde van, ahora puede que al Líbano. Casi seguro.
La carpintería hay que cambiarla toda. Ya han colocado ventanas y puertas, y también he pasado a ser el dueño de un gran capital en serrín. Si ahora subiera en bolsa, si de repente la demanda se disparara, sería rico al fin.
Ahora I'm waiting for de painterman (versión libre).
Así que tengo casa, pero no tengo ni baño ni cocina.
Había olvidado al electricista. Lo dejó casi acabado hace un mes. Sigue casi acabado. Está en la playa.
Menos mal que tengo a mis padres, que me acogen. No recordaba estas conversaciones tan jugosas sobre la comida (sobre cada pedazo, en concreto), y las interminables discusiones sobre "lo que yo quería decir y tu has entendido mal para acabar a gritos sobre esa tontería". Es una virguería: discutir sobre la discusión. Ya se que es difícil de entender.
Hay un fenómeno curioso sin embargo que me tiene muy preocupado. Estoy engordando. Hay una cadena de acontecimientos que estoy intentando resolver y que creo haber desintrincado: la relación entre la compra y encontrarse el frigorífico lleno. Nunca me había pasado. En esta casa ese electrodoméstico es abastecido por alguien y creo saber ya quien es (como el proceso ropa sucia- lavada-planchada: like a children again).
Pero es igual. Tarde o temprano los tipos de interés me devolverán a mis tiempos de estudiante, sin un duro, eligiendo entre el segundo plato y el cine. Casi siempre ganaba el cine.

martes, septiembre 05, 2006

Como empezar

Una presentación sería una forma lógica de comenzar esta aventura. Varón, blanco, 1,77, creo que 80 kg., 37 años, estudios universitarios, soltero, sin hijos, sin compromiso (bueno, una hipoteca)...
Creo ser inteligente, pero muy inconstante. Orgulloso, pero sin embargo humilde. Buen amigo, aunque no muy afectuoso. Sincero, pero reservado.
A mi edad y en mi situación, tengo a veces la sensación de no haber hecho en mi vida nada que valga de verdad la pena. Lo que antes era independencia es ahora soledad, lo que considerabas una carga te encuentras ahora casi envidiandolo a los demás, lo convencional es atractivo en la madurez...
Me salvan mis libros, mi música, mis historias y mis amigos. Hay tanto por explorar y compartir...

Me he desnudado un poco y no lo quiero repasar, por que así ha salido. Prometo ser menos personal en el futuro. O no, hombre, a lo mejor se trata de eso...

lunes, septiembre 04, 2006

El destino difuso

Nací hace poco, bautizado por Hilda en un blog maravilloso de aquí cerca. Colgaba mis comentarios, casi todos soñados, para ella. Y en una de esas ocasiones, el sistema me obligó a registrarme para hacerlo.
Y aquí estoy, inaugurando esta crónica de forma improvisada y precavida. No se donde llegará. Es un hijo sorpresa de una mañana de lunes de septiembre. Seguramente será víctima de mi inconstancia y dejadez. Quien sabe.
Como en siglos pasados, en los que se dedicaba a un mecenas una obra poética en busca de su protección y amparo, yo imploro todo ello a la señora Hilda de Tantamount, a la que espero no importunar en demasía, prometiendo a partir de ahora la mayor de las discreciones. Vale.